El espacio interior y exterior se relacionan mediante una envolvente que adapta su forma según la situación: más abierta si el usuario necesita más luz o se quiere crear un ambiente más público, o más cerrada si lo que quiere es intimidad o un grado de luminosidad menor.Todo se encuentra conectado entre si; es una única pieza donde los espacios forman un todo debido a su puesta en común: la información que discurre entre ellos creando una sensación de fluidez y movimiento continuo en el ambiente.El material que compone la envolvente es permeable a la información que se recibe de fuentes externas, permite recibir y enviar.
Es algo recíproco.
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